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Arquitectura para viajeros

Londres
30 St. Mary Axe – Norman Foster

Hace algunos años, la capital británica comprendió que no podía quedarse rezagada en la carrera de renovación de las ciudades europeas. Así, tuvo que dejar de lado su desinterés por la arquitectura contemporánea y comenzó a promover una serie de proyectos que han refrescado su arrogante espíritu victoriano. Norman Foster –Manchester, 1935–, el arquitecto favorito de Su Majestad la Reina –quien incluso lo nombró Sir–, ha proyectado algunas de las construcciones más significativas de la actualidad, como el Millenium Bridge –el primer puente peatonal que atraviesa el Támesis– o el City Hall –la esférica sede del Ayuntamiento, creada a partir del concepto de “transparencia democrática”–. Y, más recientemente, la sede de la compañía aseguradora Swiss Re, 30 St. Mary Axe –2004–.

La torre 30 St. Mary Axe, con su silueta de cohete espacial y su fachada vidriada que cambia constantemente de color, se ha convertido en el nuevo icono del skyline londinense. Es el primer edificio alto de la ciudad que, además, es ecológico. Su forma aerodinámica no es un capricho estético: responde a una serie de investigaciones realizadas por Foster y sus colaboradores para maximizar la iluminación natural y la ventilación, lo que se traduce en ahorro de energía.

Ubicada en el centro financiero, muy cerca de la Bolsa de Valores de Londres y al lado del legendario edificio de Lloyds, esta torre de 40 pisos, junto a la Tate Modern y el Laban Dance Centre –ambos diseñados por Herzog y De Meuron– constituyen algunas de las nuevas atracciones de esta cosmopolita ciudad, que no necesita mayores recomendaciones.

Tokio
Epicentro Prada – Herzog & De Meuron

No es casual que Prada haya escogido a los suizos Jacques Herzog y Pierre de Meuron –ambos nacidos en Basilea, en 1950– para diseñar su nueva tienda en Tokio. La capital japonesa se caracteriza por sus espectaculares boutiques, y la firma italiana deseaba brillar entre todas ellas.

Herzog y De Meuron se han hecho famosos, entre otras cosas, por la manera en que recubren sus edificios con materiales inusitados, “pieles” que los relacionan con el entorno. Para la tienda de Tokio desarrollaron un prisma cubierto por una red de cristal que combina vidrios cóncavos y convexos. El edificio-escaparate exhibe y a la vez esconde un misterio que seduce al peatón. Por la noche, encendida, esta construcción de seis pisos –cuya cubierta presenta distintas inclinaciones– se convierte en una lámpara urbana.

En la elegante avenida Omotesando –distrito de Aoyama–, donde se encuentra ubicado el Epicentro Prada –2003–, otras firmas internacionales han establecido sus boutiques, junto a cafés estilo parisino y restaurantes de moda. Algunas de ellas, como las de Louis Vuitton y Dior –diseñada por la arquitecta Kazuyo Sejima–, son las más grandes del mundo. El lugar se ha convertido en el favorito de la juventud tokiota, extrema devota del shopping. Pasear por esta avenida con sus enormes tiendas de diseño contemporáneo –donde los escaparates están montados a manera de instalaciones– resulta una experiencia inigualable.

Seattle
Biblioteca Municipal – Rem Koolhaas / OMA

Para muchos es el edificio más fascinante de los últimos tiempos; para otros es abominable. Lo cierto es que no se puede negar su originalidad, tanto en sus formas –desafiantes de la gravedad– como en su concepto. No es la primera vez que un proyecto de Rem Koolhaas –Rotterdam, 1944– causa revuelo: considerado un arquitecto brillante y provocador, este holandés –que inicialmente se dedicaba al periodismo– oscila entre los mundos del glamour y la intelectualidad.

La Biblioteca Municipal –2004– implicó un gasto de 165 millones de dólares. Sus 11 pisos zigzagueantes, que recuerdan la estética cubista, nos demuestran que hoy en día, gracias a la tecnología, puede construirse casi cualquier cosa. El “panal” de cristal que la cubre, plegándose de acuerdo a las formas de los distintos volúmenes, le da una apariencia etérea. Por dentro, las perspectivas y la luz son excepcionales. Uno de los elementos que comunican los distintos pisos es una rampa en espiral de 800 metros de largo que contiene los libros.

Este edificio, formalmente insólito, resulta ideal para una ciudad como Seattle –cuna de Microsoft y de Boeing–, que se caracteriza por su actitud alternativa. Precisamente el barrio de Capitol Hill, ubicado cerca de la biblioteca, es la zona en donde se desarrolla el Festival Internacional de Cine y el Gay Pride Parade; los primeros sábados de cada mes alberga exposiciones de arte. Broadway, la arteria principal, posee la vida nocturna más intensa de la ciudad.

Amsterdam
Silodam, edificio de departamentos – MVRDV

Debido a la alta densidad de población y al limitado territorio, en Amsterdam los arquitectos han tenido que idear nuevas tipologías constructivas. El despacho holandés MVRDV –por los apellidos de sus fundadores: Winy Mas (1959), Jacob van Rijs (1964) y Nathalie de Vries (1965)– ha desarrollado interesantes proyectos, que intentan resolver los problemas habitacionales de la ciudad. Silodam –2002– es un edificio de 10 pisos y 157 departamentos construido sobre el agua para ganarle terreno al río. Se crearon distintos tipos de vivienda organizadas en “microbarrios”, que se reflejan en los muros de las fachadas como expresión de lo que hay dentro del complejo. De este modo, además de romper con la monotonía y la uniformidad tradicional de los condominios, la propuesta se adapta a las necesidades de todo tipo de personas.

Silodam se encuentra en el puerto, un área descuidada durante muchos años, hasta que fue redescubierta hace una década. Borneo, Java, Sporenburg y KNSM son los nombres de las islas artificiales que forman un suerte de archipiélago en la zona este. Ahí se han construido algunas de las piezas arquitectónicas más interesantes de la capital, que la han convertido en la zona residencial de moda. Las islas se comunican entre ellas y con la ciudad a través de espectaculares puentes. El área no se contagia del frenético movimiento turístico ni ofrece los atractivos característicos de Amsterdam pero, a cambio, brinda la posibilidad de admirar los edificios más vanguardistas de Europa.

Toronto
Centro Sharp para el Diseño – William Alsop

William Alsop –Northampton, 1947– ideó un edificio provocativo y audaz para una ciudad que no se caracteriza precisamente por la calidad de su arquitectura. De lejos, el proyecto de ampliación del Colegio de Arte y Diseño de Ontario parece una mesa monumental que se alza sobre el antiguo edificio. El Centro Sharp –2004, inscrito en la estética neo pop que distingue a Alsop– es una caja blanca y negra de dos niveles –donde se ubican nuevos salones, espacios de exhibición y oficinas– cuyas superficies de efecto “pixelado” camuflan las ventanas; 12 columnas coloridas de 26 metros de alto la sostienen. Es común que los proyectos de este arquitecto inglés, influido por la ciencia ficción y el cómic, no parezcan edificios. Sus clientes parten de la seguridad de que recibirán una construcción distinta de todo lo que hay alrededor. El Centro Sharp transmite el espíritu creativo de una escuela de diseño y expresa irreverencia frente a las construcciones tradicionales que lo rodean. No estará solo por mucho tiempo: a unas pocas cuadras Frank Gehry –el artífice del museo Guggenheim de Bilbao– materializará una espectacular ampliación de la Galería de Arte de Ontario.

Más allá de la Torre CN y de estas nuevas atracciones arquitectónicas, la mezcla multicultural de Toronto la vuelve la ciudad más vibrante de Canadá. En verano, durante los festivales, o en cualquier época del año, si se pasea por los barrios italiano, portugués, griego o indio, es posible percibir la riqueza que engrandece a esta urbe.

Cincinnati
Centro de Artes Contemporáneas – Zaha Hadid

En una esquina del centro de Cincinnati, una composición de volúmenes oscuros y claros parece flotar como si las piezas estuvieran a punto de desprenderse. Pero lo que apenas se insinúa en la fachada es llevado al límite en el interior: rampas, planos inclinados, espacios de distintas formas y tamaños. Lo que podría haber sido una monótona caja de zapatos –a causa del limitado terreno– se convirtió, gracias a la visión de Zaha Hadid –Bagdad, 1950–, en una galería sofisticada y laberíntica. Aunque la iraquí –única mujer que ha obtenido el Premio Pritzker, máximo galardón del mundo de la arquitectura– ha construido más bien poco –sus primeras propuestas, siempre radicales, parecían irrealizables–, sus obras se han convertido en iconos de la nueva arquitectura. Precisamente por ello, los directivos del CAC la eligieron: su estética simboliza, como pocas, las claves del arte contemporáneo.

A pesar de que Cincinnati es una ciudad tradicional del medio oeste estadounidense, su poderío económico –es la cuna de empresas como Procter & Gamble– se ha traducido en numerosos atractivos culturales. Fundado en 1939, el CAC fue una de las primeras instituciones dedicadas a las artes contemporáneas en Estados Unidos. Desde entonces se ha caracterizado por introducir la vanguardia. Otros espacios culturales importantes son el Centro Arnoff de las Artes, diseñado por Cesar Pelli, y el Centro de Museos, que se realizó en la terminal Union, la antigua estación de trenes estilo art déco.

Roma
Iglesia Dives in Misericordia, 2003 – Richard Meier

Resulta curioso que esta iglesia, símbolo del Jubileo del año 2000, haya sido diseñada por un arquitecto judío. En otros tiempos esto habría sido impensable, pero hoy al cliente –en este caso, el Vicariato de Roma– no le interesa la fe que profese el artista sino sus ideas. De esta manera, Richard Meier –Newark, 1934– se impuso en un concurso frente algunos de los mejores arquitectos de nuestra época con un brillante proyecto que encuentra ecos en la famosa capilla que Le Corbusier realizó en Ronchamp, Francia. A través de una estética contemporánea, utilizando materiales capaces de expresar lo etéreo –cristal, concreto blanco, mármol–, el estadounidense logró plasmar una serie de símbolos espirituales. El principal elemento de la iglesia lo constituyen tres cascarones que semejan las velas de un barco empujado por el viento. La luz que se filtra entre ellos baña el atrio armoniosamente y, por la noche, cuando la iglesia se enciende, las partes vidriadas dejan salir la luz delineando las formas del edificio.

Dives in Misericordia –ubicada a las afueras de Roma– es, según lo afirman sus promotores, una iglesia para el nuevo milenio. Meier, a su vez, opina que si en Roma hay iglesias de todas las épocas, tenía que haber, ya, una moderna. Finalmente, la capital italiana ha comenzado a hacerse de arquitectura contemporánea, luego de décadas donde no hubo más que los antiguos –y espectaculares– monumentos. Con nuevos edificios de Renzo Piano y Zaha Hadid, Roma dejará de vivir únicamente de sus glorias pasadas.

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